This should redirect to the frontend url, but the redirection has been paused for now. 5 trucos para transformar tu jardín en un paraíso para las abejas

Las abejas son esenciales para la biodiversidad y la vida en la Tierra. Tienen un papel fundamental en el ecosistema natural, ya que participan en la polinización de casi el 80 % de las especies vegetales.

Pese a su importancia, estas incansables obreras de la naturaleza y protectoras de la biodiversidad están en peligro: ¡la población mundial de abejas está disminuyendo! Todos podemos poner nuestro granito de arena para que esta tendencia cambie. ¡Descubre nuestros 5 trucos para contribuir al bienestar de estas increíbles polinizadoras en tu jardín o terraza!

Para asegurarte de que las abejas acuden a tu jardín: ¡ofréceles algo de comer! ¿Cómo? Sembrando plantas melíferas. Se trata de plantas cuyas flores producen mucho néctar o mielatos, que son sustancias que las abejas liban para fabricar la miel.

Consejo Pink Lady®: elige plantas que florezcan en distintos meses y que sean autóctonas en tu región. Así las abejas tendrán alimento durante todo el año. Otra buena idea es sembrar diferentes especies de plantas variadas. Por ejemplo, asocia flores con arbustos, frutales, verduras o hierbas aromáticas para que varias especies de abeja puedan disfrutar de tu jardín o terraza.

A continuación te proponemos una lista no exhaustiva de plantas que gustan mucho a las abejas:

Instalar hoteles para insectos

Segundo aspecto que no hay que descuidar si quieres que las abejas visiten tu jardín o terraza: el alojamiento. Piensa en ofrecerles un refugio donde se sientan protegidas, sobre todo a las abejas silvestres “solitarias”: para ello, fabrica un hotel para insectos. Así podrán almacenar el néctar de las flores y poner sus huevos con tranquilidad.

Si ya dispones de un hotel, añade algunos bloques de madera con agujeros de distintos diámetros, tallos huecos (juncos, cañas de bambú, carrizo), ladrillos o bloques de arcilla perforados.

Objetivo: ¡cero plaguicidas!

Tercer truco: di no a los plaguicidas. Si quieres proteger a las abejas, tienes que cultivar un jardín 100 % ecológico. Así que, si no lo has hecho ya, deshazte de todos los plaguicidas que tengas en casa. Por culpa de los plaguicidas, las poblaciones de abejas han ido disminuyendo.

Existen otras alternativas más naturales para mantener tu jardín en perfecto estado como, por ejemplo, arrancar las malas hierbas a mano o introducir mariquitas para que se coman los pulgones.

Conservar espacios salvajes

Un trozo de terreno baldío en tu jardín permitirá que abejas e insectos polinizadores (avispas, mariposas), así como otros animales indispensables para mantener la biodiversidad y el equilibrio ecológico (ranas, erizos, pájaros), dispongan de un refugio natural.

Estos espacios salvajes permiten que las abejas puedan refugiarse, alimentarse y reproducirse. Se trata de refugios naturales cada vez más escasos donde los animales y los insectos encuentran la tranquilidad y estabilidad necesarias para su bienestar.

Crear puntos de agua

Las abejas necesitan comer, pero también necesitan beber. Una buena idea es instalar un punto de agua pequeño y poco profundo (como una fuente de horno) con piedras alrededor (para evitar que se ahoguen) cerca de algún macizo de flores.

En épocas secas y calurosas es indispensable rellenar las fuentes de agua con frecuencia porque las abejas dejan de recolectar polen y buscan agua para refrescarse. En estas condiciones, se estima que las abejas pueden transportar a la colmena entre 3 y 4 litros de agua al día.