This should redirect to the frontend url, but the redirection has been paused for now. Nuestros descubrimientos para transformar vuestros espacios en auténticos remansos de paz

El jardín, la terraza y el salón son lugares privilegiados donde nos gusta reponer fuerzas, disfrutar de un rincón verde o leer tranquilamente para hacer una pausa en nuestra ajetreada vida cotidiana.

Sin embargo, a veces nos falta algún un pequeño detalle para hacer de estas zonas una burbuja de tranquilidad. De esta forma, si tú también deseas transformar uno de estos espacios en un auténtico remanso de paz, aquí tienes algunos consejos para acondicionar un lugar propicio para la calma y el ocio.

Crear un ambiente zen

Para crear un entorno que invite a la calma y a la relajación, es fundamental elegir una decoración con toques de tipo zen. En general, da prioridad a los materiales naturales y rústicos. El uso de la madera o el ratán, que son materiales de tonos suaves y cálidos, reforzará este ambiente acogedor y de relajación.

Por el contrario, evita usar colores demasiado agresivos (rojos, naranjas u otros tonos muy llamativos) con los que se corre el riesgo de alterar tanto tu bienestar como el de la fauna local si los utilizas en los espacios exteriores. Para concluir, el aporte de un toque mineral, te permitirá jugar con los contrastes de colores y le dará originalidad a la superficie.

La luz posee toda su importancia

Al caer la noche, si deseas mantener el aire zen de tu remanso de paz, es importante darle una iluminación adecuada. Para un ambiente cálido, podemos pensar en una guirnalda luminosa. Es sencilla de instalar: para exteriores, puedes enrollarla a los pies de una pérgola o en la barandilla del balcón, y en el interior se puede hacer que destaque en la parte superior de la biblioteca o a lo largo de la barandilla de una escalera.

Otra solución podría ser engancharla en las lámparas suspendidas del techo. En madera, ratán o en hierro forjado, estas últimas opciones casan perfectamente con otros elementos de la decoración (plantas, piedras, etc.).

En resumen, para un ambiente más íntimo, aprovecha la luz suave y cálida de una vela colocada sobre algún candelero de cristal o en interior de un farol de hierro.

¡Plantas, plantas y más plantas!

No importa el espacio del que dispongas, el elemento indispensable para crear este tipo de refugios para la calma son las plantas verdes. Trepadoras, con hojas largas, rastreras o suculentas, combinan perfectamente con tus elementos de decoración en madera y le dan un aire de «selva» a tu rincón paradisíaco.

Si prefieres los colores más vivos, le puedes dar prioridad a las flores, que harán resaltar el verde de las plantas vecinas y le darán también un lugar destacado a los elementos decorativos en madera de tonos claros. La idea es crear una bonita separación vegetal alrededor de todo el espacio para hacerte sentir que estás en plena naturaleza, incluso si vives en una zona urbana o aunque tu salón no sea muy grande.

El consejo de Pink Lady®: en el exterior, planta y cultiva especies melíferas como el trébol, la salvia, el diente de león o el brezo. Así contribuirás también a la presencia de abejas y favorecerás la polinización de los árboles frutales y de las plantas de la huerta de los alrededores.